La instalación de equipos de geotermia vertical en sistemas de climatización ya sean para calefacción, para refrigeración o para ambas a la vez aportan un buen número de ventajas al usuario. Y es que dichos sistemas hacen uso de la inercia térmica del subsuelo pues este presenta una temperatura que se mantiene estable entre los 10 y los 22º centígrados. Este es uno de los hechos principales por lo que la eficiencia de estos equipos suele ser muy alta. No es suficiente con instalar una bomba de calor e intercambiar con estas temperaturas, la bomba de calor tambien debe de tener un sistema de control sofisticado para poder intercambiar correctamente con la energía de la tierra. Esto es lo que caracteriza los equipos Thermia, un fabricante con 40 años de experiencia en el mundo de la bomba de calor geotérmica. En los casos de instalaciones de geotermia vertical con bomba de calor de gama lata suele funcionar de forma similar a los sistemas de aire acondicionado para frío o calor pero más eficiente y sin impacto exterior. La razón de esta diferencia radica, básicamente, en que el aire excesivamente caliente o frío no es expulsado al exterior de la vivienda sino que se utiliza el subsuelo a modo de sumidero o como principal fuente de intercambio energético. También hay que decir que existen instalaciones geotérmicas horizontales. Sin embargo, en muchos casos, es imposible tener el terreno suficiente como para proceder a su implantación y tampoco es lo más eficiente para disipar calor en verano. Por ello, muchos usuarios prefieren colocar colectores verticales de tubos de polietileno en profundidades que suelen ir desde los 80 hasta los 200 metros. Para hacer perforaciones de estas profundidades hay que usar colectores diseñados para la geotermia que tienen una alta capacidad de captación de energía y al mismo tiempo aguantan alta presión. Nunca hay que aceptar que coloquen colectores que no están certificados para geotermia. La durabilidad de estos sistemas de geotermia vertical con bomba de calor es muy amplia. Esto se debe a que, al no estar la instalación en contacto con el exterior, no sufre procesos de desgaste derivados de las condiciones atmosféricas tales como, por ejemplo, la lluvia o el viento. Por esta razón, es prácticamente imposible encontrar algún caso en que este tipo de equipos tenga una vida útil inferior a los 10 años y los colectores menos de 50 años. De hecho, es muy habitual que puedan permanecer en perfectas condiciones la vida útil de la vivienda siendo solo necesario cambiar los equipos geotérmicos pero usando las mismas perforaciones verticales.